Bastante te hemos hablado de los programas de incentivos y reconocimiento (y lo seguiremos haciendo :D), los incentivos no monetarios y la historia de la cigarra y la hormiga (¿te la perdiste? ¡Léela aquí!).
Pero no te hemos dicho qué debes evitar para que el objetivo de motivar a tu equipo y lograr mayor productividad no se vaya por la borda. A continuación, te dejamos los errores más comunes que existen cuando se instauran programas de incentivos o reconocimiento.
1.- Incentivar con dinero
Muchas personas creen que lo único que mueve a las personas a realizar un mayor trabajo es el dinero y lo usan como arma secreta cada vez que pueden. ¡Error! Diversos estudios demuestran que los incentivos no monetarios son hasta 3 veces más eficientes y esto tiene una serie de explicaciones. Por ejemplo: tienen un mayor tiempo de recordación, no son transaccionales, permiten hacer un vínculo entre la familia y las personas, permiten sociabilizar (se puede hablar de los 100 puntos ganados, pero está mal visto hablar de un bono o comisión de $100.000 pesos).
Puedes leer más detalles sobre esto aquí.
2.- No establecer objetivos concretos o claros
Ahora, existen puntos importantes sobre los que reflexionar al momento de pensar en instaurar un programa que ayude a la productividad.
1.- Qué indicador quiero movilizar
2.-La posibilidad de medirlo fácilmente
3.- La incidencia del equipo para impactar tal indicador
Si bien son preguntas que pueden parecer triviales, no siempre son consideradas por todas las empresas. Por ejemplo, el indicador que se define tiene que estar ligado al trabajo diario de todas las personas. Esto para que cada uno pueda darse cuenta de que cambiando su comportamiento impactará en este indicador.
3.- Realizar mediciones muy distantes en el tiempo
Un buen programa exige una evaluación constante y rigurosa. De lo contrario mucha información de valor pasa desapercibida o se pierde en el camino, ocasionando con esto errores o vacíos en la programación de evaluaciones, lo que impide reprogramar o generar soluciones pertinentes y a tiempo. Es mejor tener varios objetivos mensuales, por ejemplo, que una gran meta por trimestre o año.
4.- No comunicar los avances a las personas
Muchas empresas se quedan en el lanzamiento de una campaña, promoción o incentivo, olvidándose muchas veces del seguimiento. En nuestra experiencia, una comunicación efectiva y estratégica es vital para el éxito de cualquier incentivo, especialmente cuando de cumplir metas desafiantes se trata.
Mostrar los avances (ojalá todos los días), motivar cuando se está cerca de la meta, recordar la recompensa que se puede obtener y volver a incentivar cuando no se consigue el objetivo, es imprescindible para mantener el interés de las personas y el engagement en alto.
5.- Prescindir de reportería
Realizar semanal, quincenal o mensualmente un análisis de resultados, el cual dé cuenta de aspectos tales como: nivel de adherencia, participación, avances, cumplimiento de la meta a la fecha, proyección de cierre, etc., es imprescindible en un buen programa.
Tus clientes no sólo podrán ver de manera más clara y ordenada la rentabilidad de su inversión (ROI) sino que también les entregará tranquilidad de la profesionalidad del equipo que hay detrás.
En SAWA sabemos muy bien lo fácil que es caer en alguno de estos errores, por eso tenemos a los mejores equipos y las herramientas más modernas detrás de cada cliente.
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