Acortar brechas productivas es uno de nuestros propósitos. Por eso con nuestro Software Gamificado, el cual combina tecnología, comunicación y ciencia basada en data, trabajamos con los rendimientos bajos y medios para llevarlos al éxito.

Debido a nuestra vasta experiencia, y a la gran diversidad de industrias con las que trabajamos día a día, definimos un Modelo de Incentivos específico para cubrir las necesidades de cada empresa. De esta manera, potenciamos sus fortalezas e intervenimos sus debilidades, creando estrategias para mejorar sus indicadores.

Si bien hay múltiples opciones y modelos (tantos como alcance la imaginación), existen algunos más aplicados que otros y que cuentan con altas tasas de éxito. Sin embargo, todos cuentan con sus ventajas y desventajas. Acá te contamos de 3 formas de aplicar incentivos no monetarios a los equipos comerciales:

1.- Recompensa por venta

Ni el hilo negro es tan antiguo como este clásico de clásicos. Acá se establece una "tabla" de comisión por cada unidad vendida, con una mecánica tipo: “vende 1 y gana 5 puntos; vende 2 y llévate 12, etc.”. La gracia es que a mayor venta, mayor es la recompensa por cada unidad vendida adicional. Nuestra recomendación es aplicarla cuando no se cuente con mucha historia de datos, por ejemplo, funciona perfectamente para productos nuevos o equipos externos.

Ventajas: Entrega la posibilidad de que todos los colaboradores participen, además de presentar facilidad a la hora de comunicar e implementar.

Desventaja: Tiene como gran contra que se termina "pagando" por cada venta sin necesariamente que se produzcan aumentos en productividad y que no potencia necesariamente los rendimientos medios.

2.- Meta Individual personalizada

¡Nuestra favorita! Lo que hacemos es calcular  la meta de cada una de las personas de manera individual y personalizada, considerando factores tales como: trayectoria, historia, área, cartera de clientes, estacionalidad, entre otros. De manera que cada participante visualice su meta como algo desafiante, pero alcanzable.

Ventajas: permite jugar con categorías (ejemplo: oro, plata, bronce) e incentivar a las personas a subir en ellas, pues a mayor categoría mayor recompensa. Además, genera una segmentación más precisa entre los participantes, pudiendo atender a sus necesidades de manera más personalizada. Permite enfocarse en toda la curva de productividad, por lo que todas las personas ven una meta que aplica solo para ellos.

Desventaja: conlleva un trabajo más intenso en comunicación y elaboración de la forma de cálculo de metas.

3.- Meta Individual estándar

Este tipo de mecánicas (o forma de ganar) la utilizamos cuando queremos que todo un equipo o empresa tenga la misma meta. Acá lo que se realiza es comenzar desde una meta global por compañía y bajarla a productividad por equipos y personas. Al final del periodo, la suma de las metas individuales es la meta colectiva.

Ventajas: Permite establecer con claridad la productividad deseada,  además de presentar facilidad a la hora de comunicar e implementar.

Desventaja: No potencia necesariamente los rendimientos medios y puede hacer que personas de bajo rendimiento la vean muy “inalcanzable” y que aquellos de rendimiento alto la vean muy fácil.

Estos son solo algunos de los modelos implementados en las organizaciones, pues aún no hablamos de rankings, multiplicadores, bonificadores, misiones, logros, carreras, premios, ilusión y tantos otros aspectos que buscan cambiar la forma de mover a los colaboradores y los indicadores.

Les iremos contando más de cómo logramos movilizar la productividad laboral de las personas y optimizar el modelo de incentivos de las compañías en más artículos de nuestro BloGame. ¡Si no te lo quieres perder suscríbete a nuestro Newsletter SAWA!

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